sábado, 19 de febrero de 2011

Revoluciones árabes.

Nada es espontáneo, y mucho menos una revolución. Durante el último mes de enero, y principios de febrero hasta la fecha, se han desencadenado una serie de revoluciones por diferentes países árabes, como Egipto, Túnez, Yemen, Irán... En estos países se han sucedido una serie de revueltas y protestas contra gobiernos dictactoriales, que hasta hace poco eran bien vistos por occidente, y que en unos pocos días han comenzado ha ser el punto de mira de los diferentes gobiernos económico-coloniales.

Los diferentes sectores que han participado en las protestas (en mayor parte vinculadas a la clase obrera y estudiantes) han pedido democracia, y han denunciado las hostilidades y tiranía de sus gobiernos. El caos se a adueñado de las calles.

Desde que el 17 de diciembre un joven tunecino en paro se prendió fuego en señal de protesta debido a que se le arrebató su puesto de venta de verduras una serie de "revoluciones democráticas" han asolado el lugar, y han desencadenado una revolución democrática internacional en medio oriente. La falta de libertades básicas, la pobreza, y unos gobiernos pasivos ante las peticiones de diferentes personas que pedían mejoras han originado esta situación.

En Túnez, las movilizaciones ciudadanas que se fueron gestando acabaron el 14 de enero con la dictadura de Zine el Abidine Ben Ali después de 23 años en el poder. Él éxito de los tunecinos animo a los egipcios, que acabaron con la dictadura de Hosni Mubarak el 11 de febrero. Y en Yemen, su presidente, ha prometido que no se presentará a la reelección, y que pondrá en marcha las reformas que le pide su pueblo.


Lo importante de estos sucesos, es darnos cuenta de una pequeña cosa. Muchos medios de comunicación han lanzado al público la información como si de una gran salvación se tratase en occidente, pero realmente, la pregunta es, ¿cómo van a acabar estos países después de las revoluciones? Democracias liberales, eso es lo que se esta comenzando a implantar. Mubarak dejará de ser el dictador de Egipto, al igual que otros tantos dictadores que estan siendo movilizados del poder gracias a las protestas ciudadanas. Pero, lo único que están haciendo, es cambiar de opresor, Mubarak, por ejemplo, por los mercados internacionales, y occidente. Probablemente estos países que han llevado a cabo admirables movimientos revolucionarios, acaben económicamente en manos de occidente, y de los mercados internacionales, y probablemente indirectamente políticamente también.


Que no nos engañen, ya que la verdadera democracia no reside en el voto, sino en nuestra propia opinión, y nuestra propia palabra. Ojalá Egipto, Túnez... enseñen una lección a occidente, y esa lección es, que si se puede acabar con el opresor, aunque sea para reponer en el poder a otro.