2011, un año de protesta global, 2012, un año de estallido social.

2011 ha sido un año repleto de sorpresas y estallidos sociales. Un movmiento de magnitud global ha nacido en la plenitud de este año , que choca con las políticas neoliberales, y basado principalmente en el rechazo por parte de la clase trabajadora y parte de las clases medias de las actuales politicas económicas y sociales que se han implantado para adaptar el sistema a los nuevos tiempos, a la situación de crisis que sufre la civilización occidental contemporánea .

No ha podido ser mejor año para cualquier revolucionario/a. Hemos visto el florecer de las primeras revoluciones del siglo XXI en los países árabes, hemos visto acampar a miles de personas en plena Puerta del Sol de Madrid, hemos visto también como nuestros compañeros franceses ocupaban la plaza de la Bastilla, y como activistas sociales de toda calibre ocupaban el corazón financiero del sistema capitalista: Wall St.

Tambien hemos visto oleadas de huelgas, y acciones de resistencia directamente vinculadas a la clase trabajadora. En Gran Bretaña se realizaba la mayor huelga general del sector público desde hace los últimos 30 años. En España la docencia ha puesto en jaque al gobierno de la Comunidad Autónoma de Madrid, después de sus 10 huelgas y masivas movilizaciones realizadas desde el sector de la educación. En EE.UU los sindicatos han apoyado abiertamente al movimiento social "Occupy Wall St." y han realizado diversas marchas y algúna huelga general en determinados estados aislados.

En definitiva, 2011 ha sido un año que nos ha devuelto las esperanzas a muchas y muchos...

Ahora llueve a 2012. Nos encontramos frente a un escenario diferente, pero directamente heredero de lo ocurrido el año anterior. En el estado español tenemos convocada una Huelga General para el 29 de marzo y a un movimiento estudiantil recuperándose y refortaleciéndose.

Poco llevamos de año, y el márgen ha cambiado considerablemente con respecto al anterior. Ahora vuelven a ser las gaviotas azules las que gobiernan. El escenario ha cambiado, si. Disturbios y conflicto social en Grecia, elecciones generales en Francia, marchas sindicales multidudinarias, y huelgas estudiantiles. Parece que una nueva primavera está a punto de resurgir. ¿Sabremos esta vez conectar con las hermanas y hermanos productores? Es incierto, pero esa es nuestra tarea. Esa es la tarea de los que hemos decidido invertir nuestros máximos esfuerzos y nuestra vida en darle la vuelta al mundo. Conectar y ligar los conflictos colectivos sean los que sean, con el sentimiento de clase. Esa es la tarea de las y los revolucionarias.

Vamos caminando... Vamos dibujando, el camino.

El ser humano ama, es su naturaleza. Amamos de forma colectiva, y de forma individual. Esta última es la más compleja, y la que menos podemos comprender através de la herramienta de estudio y análisis filosófica como es el materialismo, la dialéctica, las ciencias sociales como la historia.

¿Por qué nos enamoramos?, ¿por qué amamos de forma individual?, y la cuestión principal, ¿por qué duele amar y no ser amado? Supongo que estará también en nuestra naturaleza.

El amor se supone que es algo bonito, bello... innerte al ser humano. El amor, y el amar principalmente, es algo placentero, emotivo, pero ¿por qué duele tanto cuando no puedes compartirlo con esa persona?

Me duele amar, y no ser amado, me duele querer, y no ser querido. Probablemente sea por esa idealización casi mística del amor, que nos hace pensar que en este terreno todo será bonito, maravilloso, y cuando chocamos contra la realidad, y salímos de esas burbujas creadas por la influencia de hollywood, san valentín y demás tonterías, descubro que en el ámbito de las relaciones humanas, no todo son flores y rosas. Amar es una experiencia humana única, que nos da el entusiasmo y un toque emocional esencial en la vida, pero debemos comprender (a mi ver), que aunque el amor individualizado (entre dos personas) sea un proceso que todas queremos de algúna forma concurrir, este tipo de amor no sería nada, ni nos aportaría nada, sin su perspectiva colectiva: compañerísmo, camaradería, amistad...