jueves, 23 de diciembre de 2010

"La otra democracia"

Capítulo 1.

No ha habido en la historia fuerza popular más intensa que la democracia. La mayor parte de los países han aceptado lo que es para ellos un sistema político justo, donde el poder reside en la soberanía popular, donde el pueblo es el que elige a sus gobiernos, y estos actuan en nombre de sus gentes.

Hoy en día parece haberse desarrollado una carrera política por alcanzar la democracia más real, justa y transparente del mundo. El mundo occidental, e incluso últimamente países tercermundistas, y oriente, están abriendo sus puertas a las democracias liberales, que han llegado a sus países impuestas por fuerzas extranjeras en la mayor parte de los casos, y recordar también, que en la grandiosísima parte de los casos, ese país extranjero, que ha estado presionando a otros tantos países para que se abran al comercio internacional y a la democracia liberal/capitalista, no es más que nuestro queridísimo y "democrático" amigo EE.UU.

Los gobiernos intentan hacer ver a la opinión pública y al pueblo, que la única democracia, y la única libertad posibles son las que hemos podido llegar a llevar a la práctica.

Mi principal idea sobre este tema es que... los partidos políticos, el gobiero, el senado... ¡NO SON EL PUEBLO! La soberanía popular pertenece al propio pueblo, no a un gobierno formado por un partido político. Para entender bien lo que quiero decir, hay que ir más allá de las palabras democracia, política... hay que entender principalmente la dependencia que sufre la política, y la situación política, de la economía.

La economía es la fuerza motriz, de la política y de la situación del Estado. Si hay crisis económica, surgen guerras inestabilidad política...

Aún así, el tema del que acabo de escribir, hablaré otro día, y mucho más profundizado. Lo que realmente quiero decir, es que la principal idea que hay que tener en consideración es la definición de democracia (régimen político en el que el poder reside en la soberanía popular) y lo que verdaderamente mueve la política de un país, que es la economía, dirigida principalmente por la clase social privilegiada del momento, y por los mercados, y el capital.

¿Cómo es posible, que llamen democracia a un régimen donde realmente no somos la mayoría los que dictaminamos el futuro de las cosas, y el como queremos que sea nuestro futuro?

En cuanto estos dos puntos se hayan reflexionado, se puede responder fácilmente a la siguiente pregúnta: ¿Es actuálmente la democracia nuestro régimen político? Mi respuesta a ello, claramente es que no, pero me gustaría profundizar mucho más en esto, a lo largo de las próximas semanas. A lo largo de las próximas semanas me gustaría profundizar en el tema, desde el punto de vista, de un verdadero demócrata, que es fiel, dicho así, a la Justicia, a la Igualdad, y a la Libertad, y ante todo, con los tiempos que vivimos, que es fiel, a la maltratada, y mutilada Soberanía Popular, derruida por los mercados internacionales.

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